Cultivar tu propio cannabis puede ser una experiencia enriquecedora y emocionante. Sin embargo, es esencial conocer las distintas fases de crecimiento de las plantas de cannabis para garantizar que alcanzan todo su potencial. Por lo general, una planta de cannabis pasa por cuatro etapas de crecimiento distintas: germinación, vegetativo, prefloración/transición y floración. Cada etapa tiene características y requisitos únicos que deben cumplirse para que la cosecha sea un éxito.
Fase de germinación (3-10 días)
La germinación es la primera etapa del crecimiento, en la que la semilla germina y envía su primera raíz. Al seleccionar las semillas para su germinación, asegúrese de que estén secas y no tengan moho. También debe seleccionar semillas maduras, ya que las inmaduras pueden no germinar correctamente.
Una vez que la semilla haya germinado, colóquela en un medio como tierra, fibra de coco o lana de roca y manténgala húmeda pero no en exceso. La temperatura ideal para la germinación oscila entre 22-30 °C (72-86 °F), por lo que debe mantener el medio a esta temperatura. Una vez que la planta de cannabis ha germinado, es hora de pasar a la fase vegetativa.
Fase de plántula (2-3 semanas)
La segunda fase del crecimiento del cannabis es la fase de plántula. Es entonces cuando la planta empieza a desarrollar sus hojas y tallos, así como las raíces que le proporcionarán los nutrientes necesarios para crecer. Esta fase comienza unas 2-3 semanas después de la germinación y termina cuando la planta empieza a formar sus preflores, señal de que está lista para pasar a la fase de floración.
En esta fase, debes asegurarte de que la planta recibe la luz, los nutrientes y la circulación de aire adecuados para desarrollar raíces y tallos fuertes. La temperatura ideal para la fase de plántula oscila entre 20-30°C (68-86°F).
Fase vegetativa (3-16 semanas)
Después de la fase de plántula, tu planta de cannabis entrará en la fase vegetativa. Es entonces cuando empezará a estirarse y a desarrollar hojas, tallos y raíces para prepararse para la floración. La duración de esta fase depende de factores ambientales como los ciclos de luz y la temperatura. Sin embargo, las etapas comienzan en torno a las 3-8 semanas y pueden durar hasta 16 semanas.
Durante la fase vegetativa, es esencial que sus plantas tengan acceso a la luz solar o a una iluminación artificial que simule los rayos del sol. La luz solar es vital en esta fase porque ayuda a la planta a convertir la energía en alimento para su crecimiento. Además, debe mantener una temperatura de entre 20 y 30 °C (68-86 °F) y altos niveles de humedad.
Una vez que tus plantas de cannabis hayan alcanzado su tamaño máximo, entrarán en la fase de prefloración/transición. La planta empezará a producir preflores que indican que está lista para entrar en la fase de floración. Esta etapa suele durar entre 3 y 4 semanas, durante las cuales la planta de cannabis se preparará para la floración y producirá los órganos reproductores masculinos y femeninos necesarios para una polinización satisfactoria.
Durante la fase de prefloración/transición, asegúrese de que su planta recibe la misma luz y temperatura que durante la fase vegetativa. Además, es vital reducir los niveles de humedad a alrededor del 50%, ya que una humedad elevada puede inhibir el crecimiento y aumentar el riesgo de infecciones fúngicas.
Fase de floración (8-11 semanas)
La fase final del crecimiento del cannabis es la fase de floración. Es entonces cuando la planta empezará a producir cogollos ricos en los cannabinoides y terpenos responsables de sus efectos. Dependiendo de la cepa, esta fase puede durar entre 8 y 11 semanas.
Debe reducir la exposición a la luz a unas 12 horas al día durante este periodo para favorecer el desarrollo de los brotes. La temperatura ideal para esta etapa oscila entre 20-25°C (68-77°F). Además, los niveles de humedad deben mantenerse bajos para evitar la formación de moho en los cogollos.
Una vez finalizada la fase de floración, ¡es hora de cosechar las plantas de cannabis! Este proceso consiste en extraer los cogollos de la planta y secarlos antes de consumirlos o venderlos. Con el cuidado y la atención adecuados, puedes asegurarte de que tus plantas de cannabis alcancen todo su potencial.